Los resultados de Errejón en la Comunidad de Madrid y de Manuela Carmena en la capital son incontestables. Independientemente del tratamiento de los medios contra la candidata de Podemos, Isabel Serra, poniendo el foco sobre sus declaraciones acerca de las donaciones caritativas de instrumental médico y recuperando su pasado como activista en acciones contra las medidas de los bancos, mientras se mantenía un trato amable con Íñigo Errejón, los votantes de Podemos se han decantado mayoritariamente en la Comunidad por un candidato asentado con una lista que, en gran parte al menos, se eligieron previamente.
En cambio, Isabel Serra ha recogido un voto de gente que difícilmente se hubiera decantado por Más Madrid después de las maniobras de Errejón, efectuando una campaña con muchos menos medios y presupuesto. Errejón va a utilizar este resultado para intentar lanzar su propuesta en otros territorios, como están filtrando varios medios, pero habría que analizar cómo se ha comportado la marca Más Madrid sin Errejón.
Los resultados de Más Madrid en los municipios de la Comunidad plantean dos situaciones radicalmente opuestas. En la capital, Manuela Carmena ha ganado claramente, pero en los municipios del sur de Madrid no ha sido así. Sin Carmena ni Errejón se ha votado Unidas Podemos mayoritariamente invirtiendo los porcentajes de voto.
“Analizando los grandes municipios del sur de Madrid, la tendencia que se repite es que los votos obtenidos entre Más Madrid-Unidas Podemos en las autonómicas son similares a los obtenidos por Podemos en 2015 y, aproximadamente, Más Madrid dobla en votos a Unidas Podemos”
En la capital, el espacio Ahora Madrid-IU casi se ha mantenido idéntico, perdió 527 votos con respecto a las anteriores elecciones. Aunque Más Madrid hubiera contado con los votos de Madrid En Pie, Carmena no hubiera podido optar a la alcaldía por el retroceso de más de 25.000 votos del PsoE con Pepu Hernández, la apuesta personal de Pedro Sánchez, y la recuperación de la derecha de 40.000 con respecto a 2015.
Analizando los grandes municipios del sur de Madrid, la tendencia que se repite es que los votos obtenidos entre Más Madrid-Unidas Podemos en las autonómicas son similares a los obtenidos por Podemos en 2015 y, aproximadamente, Más Madrid dobla en votos a Unidas Podemos.
Ámbito municipal
En cambio, esto gira completamente en el ámbito municipal. Votando el mismo día, los votos de Podemos doblan a Más Madrid en los mismos municipios. En Getafe,, Podemos obtuvo en las autonómicas en 2015 22.419 votos, que se han repartido en 14584 para Más Madrid y 7.547 para Podemos. En el mismo municipio, en cambio, Podemos sacó 11.229 votos y Más Madrid 4.979.
La misma estructura de voto, ligeramente alterada por la presencia de alguna candidatura de unidad popular o algún buen dato de IU o Equo en solitario, se ha replicado de forma similar en Móstoles, Parla, Alcorcón, Fuenlabrada o Leganés.
En el caso de Leganés, incluso contando con la visibilidad de tener a dos concejales como candidatos, efectuar un acto principal de Errejón en el Egaleo y una campaña de gran presupuesto, han tenido un muy mal resultado frente a un Podemos que no ha aparecido en ningún medio y que lleva controlado por una gestora desde el caso de fraude electoral del año pasado.
El trabajo de la militancia, el carisma de tener a una espartana como candidata y la fuerza de la marca Podemos con IU han volteado el resultado. Más Madrid, en confluencia con Equo, se ha quedado en el área municipal en 6.803 votos por 10.374 de Unidas Podemos-IU, mientras que a nivel autonómico Más Madrid doblaba en votos a Unidas Podemos, 14.584 frente a 7.547, aproximando entre ambas formaciones los resultados de Podemos de 2015, cuando obtuvo 21.795.
La tendencia se acentúa en Alcorcón, donde Más Madrid vuelve a duplicar los votos de Unidas Podemos, pero Ganar Alcorcón, manteniendo su denominación de 2015, triplica en votos municipalmente a Más Madrid. En ambos casos municipales es sangrante que los votos unidos de Podemos y Más Madrid hubieran significado se la segunda fuerza política en el pueblo. Los votantes pertenecen al mismo espectro político.
La apuesta de Errejón titulada ‘pos-Podemos’, concepto acuñado en el denominado espacio del cambio tras la marcha de Íñigo Errejón para liderar su propia plataforma al margen del partido, Más Madrid, es un ejemplo más del fisismo de la izquierda.
El término del sociólogo Ignacio Sánchez-Cuenca, referente de Errejón, describe perfectamente la tendencia de la izquierda a partirse, aunque se vista de transversal. El mandato de Vistalegre II fue el de unidad y estas elecciones han demostrado que la división resta. Eduardo Haro Tegclen ya verbalizó que la pluralidad de la izquierda es su fuerza y su debilidad. No podemos permitir que esta debilidad se multiplique debido a egos personales.
Kike Pinel